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viernes, 12 de febrero de 2010

LLEGA EL SOL, DIARIO DE NUEVA DELHI



Son las diez de la mañana, logro dormir, despierto al abrir los ojos vuelve la incertidumbre, es cuestión de vestirse y andar, buscar un buen lugar.
Salimos del hotel hacia el callejón, esta vez es precioso, miles de tiendas impregnadas de color, anillos, camisas, internet café, comida en calderos al aire libre, invitándote a cruzarlos con alegría. Es un sueño, me embriaga el lugar al salir a la calle general, Main Bazar. Miles de comercios esperan, algunos desvencijados, huele a una especie de curry, y en lo alto se oyen águilas quienes desde el cielo otean al viajero, es su cálido barrio, son las reinas y guardianas del lugar.
El trafico es mortal, lleno de bicicletas, coches motos que sortean a los caminantes, resulta tan maravilloso el colorido mezclado con la precariedad que uno decide a los dos minutos quedarse una semana, un mes....
Hay otros turistas, que al encontrarnos nos saludamos con una leve alegría.
Los comerciantes saben que acabamos de llegar, o noto en sus caras, ellos en nuestro asombro.
Uno observa tantas cosas, que tienes que frenar el impulso de comprar camisas, pantalones, pulseras, collares, cinturones. Así que adquirimos algunas piezas para velozmente regresar al hotel a cambiarnos, felices con el alma repleta de sensaciones.
Volvemos a salir, esta vez nos dirigimos a Connaughty Place subimos a un auto Rickshaw que nos lleva, es increíble como se conduce, se sortean los coches, personas, motos a milímetros, se toca el claxon, pero soy realmente feliz.
Aquí es cuestión de negociar de ignorar vienes, disfrutarlo todo. Todos quieren llevarse algo de nuestro dinero a sus casas, es normal y comprensible.
Connaugt Place, es circular, un kilómetro de radio con una especie de parque en el centro, la carretera los circunda. Las tiendas rodean la plaza, ubicadas en edificios semiderruidos, los comerciantes son hábiles e intentan imitar a las tiendas europeas, están fomentando a mi modo de ver las cosas el queso europeo. Hay un MacDonal, es decir mierda vitaminada, al cual no entramos, pero aquí no hay payaso y esas cosas, incluso lo que se oferta es distinto.
Llama la atención que tengan cada tienda un vigilante de seguridad, algunos con escopetas de cañones paralelos como los utilizados en la caza. Ellos abren ala puerta, si lo haces tú, lo bronquea el comerciante, asi que me disculpo por la torpeza a la salida.
Disponemos PG y el que suscribe entrar en el interior del centro comercial de la plaza, sorteamos los coches, motos y bicicletas, allí un subterráneo Palika Bazar, es mejor no mirar al techo, un submundo comercial nos espera, de unos cinco metros cuadrados cada tienda, aquí debe de existir al menos doscientas es claustrofóbico, te llaman insistentemente, pero tiene una magia bruta. Nos quedamos toda la tarde, volviendo a Main Bazar cuando andan cerrando los comercios, ha merecido la pena con creces llegar hasta aquí, vamos encontrando lo que buscábamos. La calle es segura.

Un abrazo polvoriento de Russo Rodriguez y PG.

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