POJAZZ EN


viernes, 29 de enero de 2010




Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.

Gabriel Celaya

A la memoria de todos los pueblos que han sufrido la barbarie y la incomprensión, de unos regímenes miserables, ante la pasiva mirada del resto.

PG

domingo, 24 de enero de 2010

CHARLES BUKOWSKI





Charles Bukowski, nacido con el nombre de Heinrich Karl Bukowski (Andernach- Alemania, 16 de agosto de 1920 - Los Ángeles, 9 de marzo de 1994), fue un escritor y poeta estadounidense.

CISNE DE PRIMAVERA

También en primavera mueren los cisnes
y ahí flotaba
muerto un domingo
girando de lado
en la corriente
y fui hasta la rotonda
y distinguí
dioses en carros,
perros, mujeres
que giraban,
y la muerte
se me precipitó garganta abajo
como un ratón,
y oí llegar a la gente
con sus canastos de camping
y sus risas
y me sentí culpable
por el cisne
como si la muerte
fuese algo vergonzoso
y me alejé
como un idiota
y les dejé
mi hermoso cisne.

LA HISTORIA DE UN SUFRIDO HIJO DE PUTA

una noche llegó piel y huesos a mi puerta, mojado apaleado
temeroso
era un gato blanco bizco rabón
lo dejé entrar lo alimenté fue uno más en la casa
desarrolló hacia mí cierta cariñosa confianza
hasta que un buen día un conocido,
estacionando en mi cochera
pasó con su auto por encima del gato blanco bizco rabón
de inmediato llevé lo que quedaba de él a un veterinario que dijo:
"no hay mucho para hacer…dale estas pastillas… su espinazo
está aplastado, pero fue aplastado anteriormente y de algún modo
logró sanar, si sobrevive no volverá a caminar, mirá
estas radiografías, le metieron un escopetazo,
mirá estos puntos oscuros
son perdigones enquistados…además, alguna vez tuvo una cola
y alguien se la cortó…
me llevé el gato a casa, era un verano caliente, uno
de los más calientes en décadas, puse al gato en el piso del baño,
le serví agua, sus pastillas, no deseaba comer ni beber agua,
yo sumergía mi dedo en el agua, le humedecía la boca el hocico
y le hablaba, ese verano no fui a ningún lado, pasé muchos días
de ese verano en el baño hablándole, acariciándolo suavemente,
él me miraba con esos ojos que se le entrecruzaban
mientras tanto pasaban los días,
una tarde realizó su primer movimiento
arrastrándose con sus patas delanteras
(las traseras no querían moverse)
llegó hasta el rincón donde yo había preparado su cama
se arrastró un poco más y se dejo caer en ella,
fue para mí como el sonido de un clarín presagiando la victoria posible
aturdiendo el baño, desparramándose por la ciudad, yo
le conté entonces a ese gato -que la había pasado mal también, no tan mal,
pero bastante mal…
una mañana se irguió, se colocó sobre sus patas, cayendo luego de espaldas,
/me observaba mansamente.
"lo puedes hacer" le dije.
él insistió, se levantaba y volvía a caer, una y otra vez,
finalmente
caminó unos pocos pasos, era la viva imagen de un borracho
sus patas se negaban a obedecerle, cayó nuevamente, descansó
y nuevamente se levantó.
ustedes conocen el resto de la historia: está mejor que nunca,
bizco casi sin dientes, pero ha recuperado su gracia, y esa mirada
de sus ojos, pícara, no lo ha abandonado…


algunas veces me hacen entrevistas, ellos desean saber
de mi vida, de mi literatura,
yo me emborracho, alzo en brazos a mi gato
bizco, herido de bala, atropellado dos veces, rabón
y digo: "miren, miren esto!!!"


ellos no entienden nada, insisto, nada de nada, preguntan
algo por el estilo de: " "reconoce usted influencias de Celine?".
"no", levanto mi gato, "por lo que sucede, con cosas
como esta, como esta !!!".


sacudo a mi gato, lo llevo
hacia la luz brumosa por el humo y el alcohol, está relajado, él sabe…

este es el momento en que la entrevista finaliza
a veces me siento orgulloso cuando miro las fotografías
ahí estoy yo, ahí está mi gato, hemos sido
retratados juntos
él también comprende que son tonterías, pero que de alguna manera te ayudan.


" Ahora quiero mostrar este video de Bukowski, lo que quiero mostrar se encuentra sobre el minuto siete, pero la verdad merece la pena verlo entero".

viernes, 22 de enero de 2010

fenómeno catártico



Quiero desistir de esas imágenes que sistemáticamente busco para encontrar el qué. Para tirarme de una altura considerada, cayendo en ese agua estancada , saco la cabeza y abro los ojos, veo un pastuño comprimido, deduzco que por su textura, su forma con distintos relieves, su color y su hedor, oh si, su hedor, me da la impresión que es mierda. Observo que estudia mis movimientos , me analiza con la intención de al menor resquicio de debilidad, saltar sobre mí.
Pero ya su hedor se ha colado por mis fosas nasales y viaja cómodamente en primera clase, haciendo escala en mis vísceras, en mis arterias, causa estragos en mis sentimientos, y se detiene más no sé con que escatológica intención en mis pensamientos.
En ese transcurso mi alma lucha por su inmunidad .Ante ese hedor mi yo exhausto intenta estar alerta de esa masa orgánica flotante. que con sutileza , dulcemente se adentra en mi cerebro ávido, como esa droga que te muestra ese mundo pre soñado, que te hace sentir esa victoria orínica (sic), o en el peor de los casos creándote una dependencia estéril, como las creencias religiosas, las doctrinas, los esnobismo , el consumismo y la larga lista de ISMOS que nos encontraremos a lo largo de nuestra ilusoria e irrisoria existencia.
Lo sigo con cautela, y me imagino a ese pastuño de mierda sonriente y angelical, chispeante libidinoso y seductor. Zambulléndose en mi masa encefálica esbozando, burlándose, depravando mis ideas , copulando con ellas, decididas a transmutarse, mientras se marcan un bolero al son de dos gardenias para ti, te quiero.
PG

martes, 19 de enero de 2010

The true story of Michael Kenyon. The Illinois Enema Bandit.

El bandido del enema de Illinois,
he oído que lo han soltado,
he oído que lo han soltado.
Señor, los gritos de pena,
de todas las estudiantes...
Las ataba (¡estaban vendadas!),
sólo estaba bombeando a cada una de ellas con toda la bolsa llena,
el zumo del bandido del enema de Illinois.



“La historia básica es cierta, algunos de los detalles mecánicos de los procedimientos del bandido han tenido que ser imaginados, y el verso final de la sala del juicio es una parodia de la mitología del blues tradicional donde alguna chica tiene que conseguir que liberen a su hombre, no importa de lo que esté acusado. Esta parte de la historia ha sido inventada, así como la conclusión filosófica final”. (Fuente el 3er Poder)


Gracias al 3er poder por la traducción y por la parrafada.


Demóstenes desde Vega , a 25 años Luz, para PoJazz.


domingo, 17 de enero de 2010



Reunión de directores míticos en 1972 para homenajear a Don Luis Buñuel, tuvo lugar en casa de Georges Cukor en Los Angeles, California. Detrás y de izquierda a derecha: Robert Mulligan, William Wyler, Georges Cukor, Robert Wise, Jean Claude Carriere y Serge Silberman. Delante: Billy Wilder, Georges Stevens, Luis Buñuel, Alfred Hitchcock y Robert Mamoulian. John Ford se fue antes de que sacaran esta foto pero también estuvo. Faltó por enfermedad pero Luis le visitó al dia siguiente para conocerle: PG

martes, 5 de enero de 2010

Lo que la marea devuelve en Vlissingen



Plástico y celofán, cartones de leche y envases de yogur, bolsas de red
azules y naranjas
cáscaras, bolsas de papel, plumas y algas, palos y ladrillos.
Jugosas hojas verdes, ramas de pino, botellas de agua, madera terciada,
envoltorios de tabaco,
tapas de frascos de café, tapitas de botellas de leche, cajas de arroz,
soga azul, viejo zapato marrón, piel de cebolla
blancos trozos de concreto gastados modelados por las mareas, galletas
marineras,
envases de detergente, corteza y tablas, un cepillo para la ropa,
la tapa de una caja
un aerosol de removedor, una pequeña cebolla marrón, una taza amarilla.
Un muchacho con dos bastones camina en la orilla, una gaviota muerta, una
zapatilla azul,
La manija de un bolso, medio limón, un atado de apio, una redecilla-----__
Tapa de corcho, pomelo, guante de tela engomado, cañitas voladoras mojadas,
parvitas de algas marinas de un tono herrumbrado amontonadas a lo largo de las
marcas que deja la marea en el murallón,
el paragolpes plástico de un automóvil, casco verde partido por la mitad, un gran
nudo de soga de cáñamo, un tronco de árbol desnudo de su corteza,
una estaca de madera, un balde, una miríada de botellas plásticas, paquete vacío
de tallarines marca Zara,
un tambor gris largo plástico, de esos que se usan para transportar
combustible, rollo de vendas, botellas de vidrio, latitas, un árbolito
de navidad,
un caño de hierro oxidado, yo mismo
y mi pis.
Allen Ginsberg

PG