POJAZZ EN


jueves, 4 de marzo de 2010

OYE, QUE PASAMOS DE UDAIPUR, POR AHORA




Bueno, se nos ha escapado el tren que nos conducía a Udaipur, pero iremos en otra ocasión, nos hemos alegrado incluso de que se escapara.
Anoche hubo guerra entre bandas rivales de perros, ladraban, chillaban hasta bien entrada la madrugada. Una batalla campal por lo que se oía, aullaban, estaban excitados y con ganas de menear las mandíbulas mis viejos amigos. De buena gana hubiera bajado a verlos, pero son muchos, con colmillos partidos y marcas por todo el cuerpo, así que paso de que no me reciban bien y me den unas buenas mordidas con sus colmillos partidos en el culo, ya que lo verían como un trocito occidental de solomillo. Pero hay buenas fotos de ellos, expresan muchas cosas, y creo que dará para una exposición o cuando menos para vendérselo a la Facultad de Veterinaria de alguna universidad puntera, que tengan interés acaso por infecciones o cosas de esas, lo que rompería por otro lado el significado de hacerles fotos artísticas, y volveríamos a mi zona de cosas inútiles para el resto. Ahora por la mañana descansan felices y satisfechos.
Han bajado muchos monos a los Ghats, no se el motivo pero pude divisar al mono viejo temerario del otro día, se comía un plátano mirándome, como si yo no supiera de que va... el cabroncete come y me enseña los dientes, y la gente los educa a base de palos y tirachinas.
Menos mal que carecemos de manías persecutorias pues aparece gente que crees haber visto en otro lado, pero es que se parecen mucho. Hoy la entrada parece un documental de perros, pero ¿quienes si no ellos y yo sobrevivimos a la sombra?
Hemos andado Pushkar como siete veces, creo que si seguimos así nos darán una placa conmemorativa, y creo que han hecho apuestas cuantas vueltas mas seguiremos dando, sin cojear.
Bueno mañana el ultimo día en Pushkar, para dirigirnos a New Delhi y dejar India, mientras nosotros seguimos volando en este pueblo de sueño, bueno y en cuanto a la foto es buena, guía espiritual que en teoría sólo es religión, lo pille manipulando un walkman con canciones de Pink Floid, ya me extrañaba a mi que fueran invulnerables.

Sin turbante y quemando algunas neuronas conscientemente Russo Rodríguez se despide del documento animal de Pushkar.

No hay comentarios: