POJAZZ EN


miércoles, 21 de julio de 2010

MICHEL PETRUCCIANI

La forma de tocar de Petrucciani me enamoró por saber unir alma e instrumento y argumentar lo que quizás no hubiera sabido expresar con palabras. Noto sonrisas en las notas, a veces compasión, y otras veces me tiro en el sofá, me lo llevo a los pabellones auditivos y me acaricia el lomo cargado de heridas y cicatrices.
Gracias Petrucciani por saber consolar el alma, y por ello quiero compartir mi dicha, pues iba a comenzar a soltar espumarajos por los dedos hoy en el blog debido a la noticia de estos días sobre el sacerdote Oliver Hernández,ese que piropeaba a la menor de 14 años con frases como “estas tremenda” o “ estas estupenda en esa foto con bikini, tan sexy” en la red social Tuenty. Ése que se negó a bautizar a un niño por no estar los padres casados o que llamaba la atención si alguna iba a la iglesia con escote y que el arzobispo de Sevilla tilda el caso de “anécdota”. Te doy nuevamente las gracias Petrucciani por sin saber como, ha saltado justamente el audio que hoy publicamos en el blog y me ha ahorrado la subida del ritmo cardiaco momentáneamente.
Desde Crapaud Maison, mudando el pelo debido al calor. Russo Rodríguez.


1 comentario:

Demóstenes dijo...

!AY¡ Petrucciani. Que enorme eres.


En cuanto al saCERDOte este. Prefiero no comentar.