SIN BELLADONA

Fábrica de ilusiones chinas
empresas del ciento cincuenta
tetas como trapos de cocinas
no engaña el relleno, funesta.

Una ruina pegada a un hombre
que rompe cabezas a pedradas
que no se pronuncie el nombre
pues por igual a las arcadas.

Gipsy de escamas de pescado
Lovecraft en cuanto a pesadillas
despluma al pobre desgraciado
regalándole ilusionada, ladillas.

Tropieza con cada piedra de río
que la corriente limpie la tierra
y aún arrastre a quien se aferra
y hace este mundo un desaborío.

Una brutalidad homicida debajo de la almohada
un lápiz partido sobre la página del odio
una lápida, no sea que la ceniza, sean esporas.

Russo Rodríguez

Según las declaraciones de las supuestas brujas en autos inquisitoriales, usaban las escobas para fornicar con el diablo y volar. Para eso era necesario untar el palo de las escobas con ciertas sustancias psicotrópicas BELLADONA (no olvidemos que las brujas eran expertas en ungüentos y pócimas extraídas de la naturaleza) y montar la escoba, que simboliza el pene del demonio. La sensación que las sustancias psicotrópicas producen al contacto con la mucosa vaginal es placentera e inmediata, da la sensación de "volar" (muchos drogadictos actuales llaman viaje o vuelo al trance psicotrópico).
Las declaraciones de las brujas fundamentan la tradición, y los mismos inquisidores incluyen en sus manuales de interrogatorio preguntas al respecto (por ejemplo, el famoso Malleum Maleficarum lo hace).Sometidas a tortura, cientos de personas afirman haber volado en escobas, entre otras barbaridades, cimentando así la tradición.
La realidad es, simplemente, que las usaban para drogarse por vía vaginal.