
Me ha llegado el olor de la vuelta al pantano, girar, meterme las manos en los bolsillos y caminar por la calle húmeda estudiando nuevamente los adoquines. Que la hoja y sus letras indescifrables vuelva a mí. Que las dejadas en el cibermar, naveguen cuanto quieran. Seguirá siendo tablón de las noticias PoJazz y de sus andanzas. Me escapo sin hacer ruido, aunque sigo en la Crapaud Maison. Un cordial Saludo Russo Rodríguez.
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