Me gustaría realizar la entrada al blog primeramente recomendando si se encuentran por Sevilla visitar la Feria internacional de las naciones www.festivaldelasnaciones.es , tropezamos por casualidad, y como esos peces que hay por ahí que comen la piel muerta, nos enganchamos a las diferentes carpas y correspondientes gastronomías.
Pero, podría ser magnífico hablar del festival y como en toda crítica que se precie no citar o hacerlo someramente a las personas anónimas que lo hacen posible. No hablaré de todos, hablaré en concreto del stand de Japón y la Crèperie, pues el componente humano es lo que ha impulsado esta entrada al blog.
En ellos, podemos observar a un grupo que bien podría servir como observatorio social, ahora que están tan de moda los observatorios y aprender de ellos. Gente joven de diferentes nacionalidades que inician un camino a la trashumancia económica y placentera, una nueva generación de feriantes que reinventan su concepto. Eran unos ocho, y perdonando mi mala memoria para los nombres, aunque recuerdo perfectamente a cada uno de ellos de entre un millón, recuerdo como nombres el de Begoña y Germán, y espero que el de Begoña se entienda como extensivo a todas y el de Germán lo mismo. Casi queda reflejado en las fotos; (Aunque no están todos los que son) alegría y tolerancia. Los formadores que se dedican a instruir al personal en hoteles, deberían darse un paseíto por allí, pues descubrirían el agradable trato que dispensan esta agradable troupé. A golpe de sabrosos wok ( perdón nuevamente: recuerdo su nombre pero no sabría escribirlo) cocinaba con dedicación este “Germán” mientras nos instruía Begoña con su calidez humana. A nosotros y a quien se pasara por allí.
Finalmente, bajo la Caravan Palace, danzaban alegres;
Como si el azul del butano fuera la luna
Mientras la línea eléctrica…
En Mi mayor agradecimiento.
Postdata: Ojala que el camino nos cruce nuevamente como Raindogs.
Desde la Crapaud Maison Russo Rodríguez.